Las enfermedades crónicas que implican tratamientos continuos y malestares frecuentes pueden influir en la motivación para interactuar socialmente. Condiciones como la artritis, el cáncer u otras enfermedades de larga duración pueden fomentar un estado de reclusión y soledad. Esto puede soportar a un aumento en la demanda de servicios https://perderpeso12356.webbuzzfeed.com/32855041/estrés-emocional-en-pareja-no-hay-más-de-un-misterio